Anna Muzychuk,: "Mis principios están por encima del dinero"


 
En unos días voy a perder dos títulos de campeón del mundo, uno por uno. Sólo porque decidí no ir a Arabia Saudita. No para jugar con las reglas de alguien, no para usar abaya, no para ser acompañado afuera, y en absoluto para no sentirme como una criatura secundaria. Hace exactamente un año gané estos dos títulos y era sobre la persona más feliz del mundo del ajedrez, pero esta vez me siento muy mal. Estoy dispuesto a apoyar mis principios y saltarme el evento, donde en cinco días se esperaba ganar más de lo que hago en una docena de eventos combinados. Todo eso es molesto, pero lo más molesto es que casi a nadie le importa. Ese es un sentimiento realmente amargo, todavía no es el que cambia mi opinión y mis principios. Lo mismo va para mi hermana mariya - y estoy realmente feliz de que compartimos este punto de vista. Y sí, para esos pocos que se preocupan - vamos a estar de vuelta!


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Hasta el año pasado, Anna Muzychuk (Leópolis, Ucrania, 1990) no era muy conocida fuera de los círculos del ajedrez. Y eso que acumulaba méritos: el título de gran maestro, dos campeonatos del mundo, y un dominio del ajedrez rápido que la ha llevado a ser la número 1 del mundo. Aunque, siendo mujer en un deporte "tan tradicional", eso no significaba mucho: el último doble campeonato del mundo que ganó -dos variantes del ajedrez rápido, más atractivo para los espectadores que el clásico- que ganó tenía un premio de 20.000 dolares. "En Arabia Saudí me ofrecían ocho veces esa cantidad, si ganaba", explica Muzychuk durante una visita a la redacción de Vanity Fair. "En general, la bolsa de premios del torneo árabe era la mayor que habíamos visto en el circuito femenino".
La Federación Internacional de Ajedrez también estaba contenta: un campeonato en el mundo en Arabia Saudita implicaba mucho dinero y atención. El empujón a un circuito femenino en el que hay "menos torneos, menos premios y menos oportunidades" compensaba las condiciones que las mujeres sufren en Arabia Saudita, un país donde todavía "son ciudadanas de segunda", en palabras de la jugadora. El problema es que Muzychuk ya había pasado por algo parecido antes: hace un año exacto, en Teherán.
Allí se celebró, del 10 de febrero al 4 de marzo, durante 25 días -entre traslados y el campeonato en sí- el Campeonato del Mundo de Ajedrez Femenino de la FIDE, el cuerpo gobernante del ajedrez. Durante 25 días, incluyendo el día de su 27º cumpleaños, Muzychuk tuvo que "llevar el hiyab a todas partes, el cuerpo tapado, vestir como ellos querían. Me sentí una criatura inferior, una persona de segunda. Fue horrible". La fortaleza mental de Muzychuk -ella y su hermana Mariya ya habían sido campeonas del mundo, una proeza familiar que nunca se había dado antes, ni en hombres ni en mujeres- y su elevado nivel la llevaron hasta la final, donde llegó invicta y de donde salió subcampeona del mundo, tras perder contra Tan Zhongyi. "Pero odié cada segundo con el hiyab. Cuando por fin pude quitármelo me prometí que nunca más, que nadie volvería a obligarme a vestir de una determinada manera sólo por ser mujer". 
Las dos hermanas hablaron y tomaron la decisión de no acudir al torneo. Anna, en concreto, sabía a lo que estaba renunciando: a dos campeonatos del mundo en una variante del ajedrez en la que es la número uno del mundo, a un importe en premios equivalente a años de carrera. Al dinero y a la gloria deportiva, "pero no iba a ceder".
No es sólo el ajedrez: ¡no podemos dejar que nos traten así".
"Fue una locura: más de 130.000 compartidos, más de 75.000 compartidos, más de 30.000 mensajes contando con los privados. Y sí, algunos eran para atacarme, pero me sentí increíble. Me di cuenta de que esto iba más allá del ajedrez. De que mi posición no era sólo por mí o sólo por las jugadoras que nos apoyaron [Sandra Silva, la campeona de España, por citar uno de los muchos ejemplos]. Esto era una decisión tomada por las mujeres del mundo", nos cuenta Muzychuk. Desde entonces, "sigo siendo una jugadora profesional, claro, pero ahora tengo muchas más labores. Me invitan a charlas y a eventos y mi postura ha servido para llamar la atención sobre algo que 
La jugadora es consciente de que el momento social que atravesamos también influye: la lucha por los derechos de la mujer está en el centro de la agenda política, del entretenimiento y calando capa por capa de la sociedad, hasta en un deporte tan "inamovible" como el ajedrez. La Federación, ahora, tiene que plantearse si quiere celebrar alguno de sus próximos torneos "en países donde no se respeten los derechos humanos". Porque el movimiento de Muzychuk ha sido posiblemente la noticia más mediática acerca del ajedrez en los últimos años. 
Por otro lado, Muzychuk también está contenta por el peso que está adquiriendo el ajedrez femenino. Cuando ella tenía cuatro años y sus padres empezaban a enseñarle los rudimentos del ajedrez, Judit Polgár (la mayor ajedrecista de la historia) tenía 17 años y se enfrentaba en Linares a Gary Kasparov. "Crecí admirándoles a ambos, su estilo agresivo me encantaba". Uno que todavía se refleja en su ajedrez, aunque se haya vuelto más analítica y haya cambiado de referentes con el tiempo. Magnus Carlsen, que lleva 10 años dominando el deporte y que tiene la misma edad que Muzychuk, es su jugador favorito. "También por lo que ha hecho fuera de los tableros, es una figura pública que ha llevado el ajedrez a todas partes". Es decir, lo mismo que están consiguiendo ella y su hermana -en Ucrania ya eran figuras públicas, y hasta aparecen en un sello. Desde la decisión de Muzychuk, "hasta las reconocen por la calle y le dan las gracias en otros países", nos asegura su agente-.

"Durante nuestra carrera hemos visto como en mi país, o en Armenia o en otros cuantos países, el ajedrez se está integrando en el sistema educativo, incluyendo a las chicas. Cuando yo empecé, la proporción era de 10 chicos por cada chica, porque no existe la tradición de apuntar a tus hijas a los clubes de ajedrez, pero ahora se va viendo que es posible. Y beneficioso: todos, niños y niñas por igual, aunque no quieran ser profesionales, pueden beneficiarse del ajedrez, que está demostrado que mejora muchas capacidades mentales de los estudiantes, independientemente del sexo".

Fuentes:

http://www.revistavanityfair.es/actualidad/articulos/anna-muzychuk-ajedrez-arabia-saudi-iran-derechos-de-la-mujer/29269

http://www.lavanguardia.com/deportes/20180211/44691195231/anna-muzychuk-campeonato-mundial-ajedrez-arabia-saudi-derechos-mujeres.html?utm_campaign=botones_sociales&utm_source=twitter&utm_medium=social

http://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/2018/02/04/5a77349c468aebe1688b463d.html

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